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Capítulo 3: Victoria Station Blues.

Capítulo 3: Victoria Station Blues.

   En Londres viven doce millones y medio de personas, se hablan mas de trescientas lenguas y llegan al año mas de treinta millones de turistas... y todos, tarde o temprano pasan por Victoria Station, la estación central de Londres, donde yo trabajo.

   Fue inaugurada el uno de octubre de 1860 y actualmente es la de mayor tráfico de la ciudad. Durante la Primera Guerra Mundial los trenes partían desde aquí llenos de soldados a luchar a los campos de Francia y regresaban con los heridos; de aquí salió y sale una de las rutas del Orient Express; fue bombardeada duramente durante la Segunda Guerra Mundial y en 1991 el I.R.A. colocó una bomba que mató a una persona e hirió a otras 38, desde entonces no hay papeleras ni cubos de basura, ni dentro ni en los alrededores. No podría asegurarlo pero es muy posible que en algún momento de su vida por aquí pasaran grandes personajes de los siglos XIX y XX ... de los Beatles a Chaplin, de Marx y Engels a Duke Ellington y su orquesta, de Churchill a Obama, de Ghandi a Jimmy Hendryx ...

   Se calcula que al año cogen el tren en Victoria  unos 35 millones de personas y que unos 80 millones pasan durante el mismo tiempo por la estación de metro que esta justo debajo de nuestros pies. Es un lugar extraño, como tantos otros en Londres, donde se mezclan los mármoles y decoraciones del sigo XIX con el Burguer King y las pantallas gigantes del XXI. Podría ser más bonita, como lo es Atocha con su jardín interior, o más moderna como nuestra Delicias, pero es Victoria Station, una mezcla de arquitectura Victoriana y centro comercial americano demasiado común en Londres, sin embargo la cantidad de personajes que circulan por ella darían para hacer una película. 

   Y en medio de ese campo de batalla, en nuestras tres trincheras (como diría mi colega Nicola), estamos las tropas de infantería de Café Nero poniendo cafés a destajo. Las trincheras son los quioscos donde preparamos, servimos y cobramos los cafés, donde cuidamos, mimamos y damos siempre la razón a los reyes... los clientes;  trincheras de unos 4 metros cuadrados donde nos movemos de dos a cuatro personas durante periodos de 7 a 11 horas de trabajo y que al cabo de una semana, entre las tres, dan unos beneficios de unas 40.000 esterlinas, según fuentes  que no quieren ser confirmadas y que a una media de dos libras por café (o pastel o madalena) dan unos 20.000 cafés a la semana, unos cuantos, no?.

   Esto puede ser la locura, hay mañanas en las que durante cuatro horas no paras de hacer cafés, como una barra de fiestas en agosto, pero del cortao y la manzanilla (o del capuccino y el green tea). Las tardes son otra cosa, se curra, pero da tiempo a charlar, a conocer a la gente de la estación y a los compañeros, la gente que está conmigo codo a codo y que son sin duda lo mejor del trabajo: dos etiopes, dos polacas, una pareja de checos, dos húngaras, dos brasileños,  (no, no es que Noe cogiera una pareja de cada y la metiera en nuestra empresa), un chico de Guadalupe, una francesa, una eslovena que vivió en Cuenca, tres argelinos y por supuesto un montón de italianos y otro montón de españoles, ah y una inglesa. Dentro de la estación se respira una clase de compañerismo difícil de describir, con la gente de seguridad o de la limpieza, hay un tipo marroquí del que me hice amigo el primer día sólo  porque había  trabajado de camionero en La Almunia, pero eso aquí es casi como ser vecinos; con los que vigilan las entradas a los andenes, con los mendigos que pasan a por un té o un café gratis y sobre todo con los compañeros, como Maurizio un siciliano loco que no ha visto el invierno en dos años, que ahora está en Australia y que en dos semanas me enseñó todo los secretos de Café Nero, los buenos y sobre todo los malos.

   A veces hay buenos días y ves cosas que solo pueden pasar aquí: una señorita cantando ópera para recaudar fondos contra el cancer, un espectáculo de fitness, un Seat Exeo y un Audi A5, la  banda de gaiteros de la Royal Army, la policía acordonando la zona por donde pasaban cantando los hinchas del Leeds United, músicos callejeros o a los veteranos de guerra vendiendo amapolas de plástico, la primera flor que nacía en los campos después de los bombardeos de la Primera Guerra Mundial. Conoces y hablas con gente de todas partes, campesinos hindús, un matrimonio de argentinos de los que me hice amigo, un montón de italianos con los que siempre hablo y hasta un par de mañas de Pedrola que conocían a los amigos de mi hermano, gente que cruza un momento por tu vida como por la estación, de paso.

   Aunque otros días es peor, en todas partes hay hijos de puta y aquí además son hijos de la Gran Bretaña y aunque me he encontrado con gente encantadora hay otros que te desprecian sólo por no saber el idioma, porque saben que eres inmigrante y aunque puede parecer exagerado, con un par de palabras son capaces de hacerte sentir mal recibido, como persona non grata, hablando en plata, como un fucking inmigrant. Y sin embargo en ese momento, en el que puedes llegar a sentir como te pisan el orgullo, también sientes esa clase de compañerismo único y sabes que da igual de donde vengas porque en el mundo sólo hay dos clases de personas y tú estas con los que merecen la pena.

3 comentarios

Sergio -

Hola,

Alomejor este comentario te parece raro pero verás, mi novia va a viajar dentro de nada a Oxford y ha de pasar por Victoria Station para tomar un autobús que la lleve allí. El tema es que va a pasar por allí de madrugada cuando la estación está cerrada y todos los autobuses se cogen fuera de ella. Sé que puede parecer paranoico pero ella anda muy preocupada por la seguridad y la verdad es que me lo ha pegado un poco, por eso te quería preguntar sobre la seguridad a estas horas y si a pesar de las horas sigue siendo un lugar concurrido.

Me ha encantado como describes el lugar y la verdad es que es una estación que he pisado varias veces y nunca me había percatado de su historia y de lo que pasa todos los días allí, me ha parecido muy curioso.

Te agradecería si te pusieras en contacto conmigo a través de mi mail (svbotija@gmail.com). Ánimo por tu periplo por tierras inglesas.

Josefina -

Leyendo el blog hasta me da envidia que conozcas a tanta gente y parece que todo va bien, los estoy coleccionando para la posteridad. Este último perdurará en los anales de la historia. Priman los conocimientos sobre las emociones. Debe ser que lo importante va bien. También me gusta.

choto -

No te preocupes por lo que opine cierta gentuza,
ya lo dicen en muchachada nui, "lo que pasa es que hay gente que siendo ella misma son mierdas secas y otra gente somos geniales, ¡es así!"
Diviertete!!!!